Alma Calma Hotel Rural

  Descripción Esencial

Érase una vez...

Una antigua casa tradicional majorera abandonada con un horno de cal semi destruido, y una pareja que encontró en esa casa su lugar en el mundo. Este es el punto de partida de este hotel rural para solo adultos en Tindaya.

Un sueño con mucha dedicación, cariño y detalle hecho realidad, para que las personas que lo visiten se impregnen de una esencia de alojamiento creada desde la autenticidad de lo local.

Desde la idea y realidad de que podemos construir sueños desde lo antiguo, desde el pasado.

Sus dueños

Laura y Massimiliano, originales de Italia, llevan más de una década en la isla, absolutamente enamorados de ella, y con el firme compromiso de darle forma a su sueño de construir con sus propias manos, un espacio para la calma, para conectar con la naturaleza y sus sabios tiempos.

Los huéspedes que han vivido la experiencia de conocerlos hablan maravillas de su amabilidad, servicio de alta calidad y un trato muy cercano.

Otros comentarios maravillosos son sobre su conocimiento de la zona, siendo sus mejores guias. Su amor por la naturaleza, les brinda una memoria privilegiada para transmitir a sus visitantes.

La singularidad del espacio

Este hotel rural es único, entre otros motivos, por ser de bioconstrucción. Ha sido realizado con materiales reciclados, sin impacto ambiental, mediante procesos manuales. Todo ello realizado por sus propietarios, todo un arte, respetando siempre el entorno. 

El desayuno de cada mañana es especial, con productos ecológicos de la huerta y elaborados por ellos mismos, así como el jardín con unas vistas magníficas al inmenso mar, rodeados de un mágico paisaje volcánico. Un experiencia al tacto y la vista inolvidable.

Los huespedes celebran el momento aperitivo cuando llega la puesta del sol, un emocionante encuentro que nos conecta con la esencia de lo que somos. 

El espacio que la rodea

La casa tiene más de 2.500 metros cuadrados de jardín, uno muy especial, donde cada especie ha sido elegida, plantada y mimada por sus dueños. Ellos te cuentan con los ojos brillantes de dónde procede esa variedad, y cuál es el motivo de que esté allí. También tienen frutales, una gran despensa ecológica para sus magníficos desayunos.

La zona común, donde se ofrece desayuno y cena es un oasis de tranquilidad, con vistas a su jardín y a los volcanes de la zona. Disfrutar del amanecer y del ocaso del día en ese lugar es simplemente reparador.

Dispone de una zona de aparcamiento de unos 400 metros cuadrados.

Un lugar en la isla para...

Disfrutar de mágicas actividades de la naturaleza, como el ciclismo.

Escapar del ajetreo diario y entrar en un remanso de paz y belleza.

Enamorarse y disfrutar de unos amaneceres, unas texturas que empoderan este sentimiento.

Vivir la experiencia de pasear por un pueblo como Tindaya, con barecito y restaurante con sabor a la montaña mágica. Suele haber conciertos en directo con vistas a la cumbre.

Disfrutar con tu mascota de una escapada relajada.

Pasear e inundarte de imágenes inolvidables.

Cuando la visitas ,sentirás...

Que te vas a enamorar de la belleza de la casa, ya que la naturaleza ya se ha enamorado de ella.

Cada gota de agua de lluvia se recicla como tesoro natural.

Los arboles frutales, zonas florales y cultivo biológico son los aljibes de calma y serenidad.

Sentirás que quizá quieras comenzar algo nuevo, y disfrutar de esa sensación el resto de tu vida.

Continuará...https://www.almacalmahotelrural.com/es/home-es/